TOS Y ESPANTO

                                   Dicho de otro modo, S.A.R.S.

Steve Ransom

 

Más grande que Arnold Schwarzsheneger y Sylvester Stallone, más importante que Catherine Zeta Jones y Michael Douglas, e incluso que Robert de Niro y Dani de Vito, el S.A.R.S., o Síndrome Agudo Respiratorio Severo, ha ocupado las portadas de los noticieros de todo el mundo. Podéis decir que me he quedado encallado, pero... ¿es que todos se han vuelto locos? Un buen acrónimo para S.A.R.S. podría ser Síndrome de Alarmismo Rastrero Sanitario. No hay razón suficiente para tal oleada de pánico. Fundándose en unas pocas muertes, que no tienen nada de extraordinario, relacionadas con dificultades respiratorias y problemas asmáticos, la Organización Mundial de la Salud ha emitido un comunicado global sobre un tipo de pandemia que podría ser inminente. Desde el principio, nuestros miedos han sido alimentados hasta el paroxismo. En una entrevista a un tal Profesor Andrew Burd, cirujano en Hong Kong, un informe de la BBC contenía la siguiente exageración:

 

“Con este SARS, tenemos colegas que están luchando por sus vidas. Hay un asesino invisible entre nosotros. Estamos en guerra, pero nuestro enemigo no tiene nombre ni identidad... Somos profesionales, y tenemos un trabajo que realizar. Esta realidad fácilmente eclipsa las fantasías de pesadilla de Bush y Saddam. Ahora, cuando me siento en casa, con mi pequeño hijo durmiendo plácidamente y mi mujer trasteando en el patio, me pregunto ¿qué nos deparará el mañana?” [1]

 

CREA LA NECESIDAD 

Y SATISFACE LA DEMANDA

¡Queridos míos!...¿Acaso no se supone que los profesores son juiciosos? Para observadores más acostumbrados, parecía más bien que se estaba montando un escenario ya conocido. Antes que una nueva y peligrosa enfermedad, ¿no podría ser que todo este jaleo del S.A.R.S. formara parte de un plan de negocio más amplio, que conviniera a ciertos propósitos político-farmacéuticos? ¿Crear la necesidad y satisfacer la demanda? Es algo que suele ocurrir con frecuencia en muchas esferas de negocio. En la industria del medicamento está sucediendo a cada momento. El British Medical Journal publicó recientemente un artículo muy revelador, titulado Vendiendo enfermedad. En él, los autores declaraban:

 

“Las empresas farmacéuticas estás involucradas activamente en patrocinar la definición de enfermedad, y en promocionarla tanto para quiénes prescriben medicamentos como para quiénes los consumen. La construcción social de la enfermedad está siendo reemplazada por la construcción corporativa de la enfermedad. Aunque algunos de los profesionales patrocinados, o algunos de los consumidores, puedan actuar con independencia, y todos los interesados puedan tener honorables motivaciones, en muchas ocasiones la fórmula es la misma : los grupos o campañas son orquestados, subvencionados y facilitados por los intereses corporativos, a menudo a través de sus relaciones públicas y de su infraestructura de marketing. Una estrategia clave en las alianzas es bombardear los medios informativos con embustes diseñados para crear miedos acerca de la condición o enfermedad, y llamar la atención acerca del último tratamiento. Las empresas patrocinan a juntas consejeras que proporcionan los "expertos independientes" de estas historias, los grupos de consumidores proporcionan a "las víctimas", y los relaciones públicas de las empresas suministran a los medios informativos los folletos con el giro positivo acerca del último "descubrimiento" en medicación.” [1a]

 

 EL MODELO

Desde el 14 de marzo del 2003, las agencias de noticias de todo el mundo nos han estado hablando de varias autoridades sanitarias luchando por contener cierta clase de neumonía "letal", que se extiende por tres continentes a causa de los viajeros aéreos. Y luego, el 19 de marzo del 2003, tras una carrera hipocondríaca para localizar la causa de esta aparentemente "nueva" enfermedad (de la cual se ha responsabilizado inmediatamente a alguna clase de virus), los investigadores nombraron un virus de la familia de los paramyxoviridae, aparentemente también responsable de enfermedades como las paperas o el sarampión.[2]  Gracias a Dios!", gritamos nosotros, "el virus ha sido identificado" ¿O no?... Pocas semanas después, el "experto" diagnóstico de paramyxoviridae era reemplazado por otra experta declaración de un laboratorio de virus diferente, que nos decía que el S.A.R.S. estaba causado por una forma mutante del virus del resfriado común, conocido como coronavirus. "¡ANDALAHOSTIA! ¡Un virus mutante no, POR FAVOR! Y puesto que el virus del S.A.R.S. ha sido considerado como una nueva cepa mutada, el único obstáculo en el camino para la solución de la crisis actual era la falta de equipos de pruebas actualizados, nuevos antibióticos y nuevas vacunas. El permiso para investigar y fabricar estos elementos había de ser concedido por las autoridades pertinentes a la mayor brevedad posible. ¿Podrían los decretos legislativos y las subvenciones masivas pertinentes ser despachados con la suficiente rapidez?

 

En esta etapa del drama global, la cobertura internacional había alcanzado el punto de saturación total. Nos habían tratado con incesantes imágenes de orientales con mascarillas en los aeropuertos, restaurantes y centros comerciales, que trataban desesperadamente de evitar "pillar" la nueva enfermedad del S.A.R.S. Extrañamente, sin embargo, ninguno de los informadores de noticias que nos traían estas exclusivas desde el mismo epicentro utilizaba mascarilla. Hablo sobre ello más tarde. Inútil es decir que toda lógica y razón habían desaparecido, junto con una multitud de asustados descerebrados. Entre toda esta paranoia casi una sola voz, la del Dr. Peter Marsh, psicosociólogo y director del Centro de Investigación en Problemas Sociales de Oxford, se dejó oir en el británico Observer, el 27 de abril del 2003:  

 

“Los seres humanos tenemos tendencia a preocuparnos más sobre lo desconocido y lo improbable. Es extranjero, es oriental. El virus ha sido descrito como "una bomba de relojería". Se ha hablado de que "mutaba". Y una vez se ha llegado a esta clase de imaginería, las consideraciones racionales y la toma de decisiones racionales escapan por la ventana".

Como comunidad global, la única noticia con la que nos habían estado entreteniendo era la amenaza del S.A.R.S., cómo la gente se refugiaba de ese monstruo invasor y cómo las naciones debían prepararse.



UN DIA MÁS EN ANTICIPAR LA PLANIFICACIÓN

Y eso, queridos amigos míos, es el modelo estándar de hacer negocios. Como crítico de la industria farmacéutica, Michael Fumento comentaba en una reciente edición de The National Post: “Hay fama, fortuna, y grandes presupuestos cada vez que suena la alarma de un "brote infeccioso", y se nos advierte de nuestra terrible insensatez en no estar preparados." [3] Conforme al modelo, en los supuestos epicentros del S.A.R.S. de Beijing y Hong Kong se han producido frenéticas solicitudes de los "necesarios" equipos de pruebas, antibióticos y otras medicinas que debían llegar a las áreas aquejadas a la mayor rapidez posible. Las mascarillas que usaban ellos y ellas, junto con las de los animalitos domésticos, han estado también vendiéndose muy bien. En muchos lugares del sudeste asiático, las mascarillas y los desinfectantes caseros han triplicado su precio. Y así como el emperador desnudo se pavoneaba ante sus leales súbditos, creyendo que estaba completamente vestido, de la misma manera los montones de resmas de la fina paranoia mediática sobre el S.A.R.S. están persuadiendo al mundo y a su perro (literalmente) para que se enzarcen en estos comportamientos y extraños rituales. El ABC News informaba recientemente de lo que quizás sea el primer asesinato por S.A.R.S.: un apuñalamiento mortal. La víctima estornudó. El agresor alegó que temía que su víctima estuviera esparciendo S.A.R.S. ¿Toda esta idiotez por lo que viene a ser nada más que una simple gripe? ¿Simple gripe, decís vosotros? ¿Qué hay del número de víctimas que se ha producido hasta ahora?

 

LA "NUEVA" ENFERMEDAD QUE NUNCA EXISTIÓ

Los expertos han estado contándonos que tenemos un nuevo virus incontrolado. Pero hasta el día de hoy, la evidencia de que el S.A.R.S. es una "nueva enfermedad" brilla por su ausencia. Pasando casi completamente inadvertido en medio del frenético alboroto, el Ministro de Salud de Hong Kong fue entrevistado al principio de la "crisis" por el equipo del telediario noche de la BBC. Admitió que no había ninguna prueba definida para el S.A.R.S., y que la enfermedad era identificada por un conjunto particularmente vago de síntomas. También admitió que su descripción abarca una multitud de síndromes ya existentes. [5] Absolutamente chocante, pero las siguientes directrices son la definición más actualizada de la enfermedad del S.A.R.S., sacada de la nota dada por los Centros de Control de la Enfermedad (CDC) estadounidenses, y descritos en la página de Ciencia y Salud del Star Tribune:

 

Los funcionarios de sanidad han elaborado estas directrices para aquellos casos sospechosos y probables de "Síndrome Agudo Respiratorio Severo" (S.A.R.S.).

  • Enfermedad respiratoria de causa desconocida desde el 1 de febrero del 2003.
  • Temperatura por encima de los 38 º (100.4 º Fahrenheit)
  • Uno o más síntomas de enfermedad respiratoria, tales como tos, quedarse sin aliento o dificultades de respiración.
  • Que en los 10 días anteriores a los síntomas, el paciente hubiera viajado a un lugar donde el S.A.R.S. estuviera extendido en la comunidad, o hubiera tenido contactos estrechos con alguien sospechoso de ser víctima del S.A.R.S..[5a]

¿Ningún otro síntoma que distinga al S.A.R.S. de cualquier enfermedad por gripe, excepto lo del viaje internacional? Que alguien me diga que esto es un chiste. El hecho de que el S.A.R.S. no pueda distinguirse de otras enfermedades por neumonía común está conduciendo a multitud de errores de diagnóstico. Es interesante observar que durante el año 2002, en Estados Unidos más de 26.000 personas murieron de gripe común, muchos de los cuales eran gente mayor, estaban ya enfermos o eran muy jóvenes. Sin embargo, el 27 de abril del 2003, en las Noticias de las Diez de la ITV británica se anunciaba, con extrema gravedad, que 23 personas habían muerto de S.A.R.S. Si bien estas muertes son desde luego entristecedoras para los familiares de los muertos, por lo que respecta a ser noticia de primera plana como verdadera epidemia suena como el petardo que no explota en unos fuegos artificiales. Es una noticia sensacionalista deprimente y nada impactante. Podemos llegar con toda seguridad a esta conclusión con sólo que hagamos unas simples sumas.

 

EL PETARDO QUE NO EXPLOTÓ

Tomando las cifras precedentes, y el índice anual de mortandad estadounidense, de 26.000 personas nos salen 71 muertes por gripe al día en un país de 290 millones de personas. Por eso mismo, un "número de víctimas" en China de sólo 9 personas en un día (en una nación cuya población es 6 veces mayor que la de Estados Unidos) no tiene nada de sensacional. ¿Dónde están los titulares que llamen la atención sobre este tipo de cálculo? Éstas y otras observaciones racionales quedan siempre omitidas de los informes. No se mencionan. En lugar de eso, nos inundan con relatos, cargados emocionalmente, de una "nueva enfermedad" que - en el momento en que estoy escribiendo - había arrebatado la vida de algo menos de 300 personas en todo el mundo. De nuevo, el Dr. Peter Marsh:

 

“El hecho es que han muerto 260 personas. Pero por cada chino que ha muerto hay 10 millones que están vivos. En un mundo racional normal, esto suena como una buena noticia, pero no en este contexto. En este país mueren cada año 1.500 personas por caída de unas escaleras. La implicación podría ser que las personas deberían ser autorizadas a construir sólo casas de una sola planta". 

 

Y hay otro hecho que tampoco encaja. Cuando se produce una muerte atribuida al S.A.R.S. no se proporciona ninguna información sobre las circunstancias atenuantes que tan importantes son, tales como edad de las víctimas, estado general de salud y condiciones del medio ambiente que le rodeaba en aquel momento. Cualquier periodista médico que merezca su salario debería saber que omitir estas estadísticas de su artículo no sólo es una completa falta de profesionalidad, sino que también traiciona peligrosamente la confianza del público en aquéllos que se supone nos suministran los hechos.

 

¿EL VIRUS?
La única evidencia que ha sido proporcionada por la comunidad médica para darle al S.A.R.S. categoría de nueva enfermedad es la escamosa proclama de que han identificado un virus mutado. No han proporcionado ninguna evidencia a la amplia comunidad científica que confirme su declaración. La imagen de la derecha se supone que es el nuevo virus del S.A.R.S. Es un modelo creado por computador. Es tan sólo una representación de lo que un "experto " en virus cree que está causando el S.A.R.S. Esta fotografía es una de las varias sobre imágenes de virus de una página web, que vende estas imágenes a la prensa. Animo a los lectores que visiten esta tierra de fantasía clicando aquí No existe ni una sola fotografía real del virus del S.A.R.S. Todo son suposiciones mezcladas con una buena dosis de licencia artística. Podéis encontrar un interesante artículo acerca de cómo el "respetable" Daily Telegraph británico utilizó intencionadamente una foto falsa de virus, a página entera, promocionando la teoría del S.I.D.A. aquí "Proporcionamos a Highfield una cantidad de imágenes, pero él especificó que quería un gráfico de ordenador." El editor fotográfico estuvo de acuerdo en que Highfield les había hecho un flaco servicio a sus lectores, que en el caso del Daily Telegraph, ronda los dos millones.

 

Para más inri, los C.D.C. están utilizando actualmente la prueba de detección de anticuerpos Reacción en Cadena Polimerasa (PCR), para determinar la presencia de este "nuevo virus del S.A.R.S.". Esta técnica, altamente compleja, se supone que es capaz de detectar fragmentos de material genético en la sangre, que supuestamente indicarían la presencia de ciertos virus. Suena muy espectacular, a menos que realmente empieces a hacer preguntas a los expertos en virus. En una conversación con Mr. John Parry, director diputado en el Laboratorio de Virus Colindale, admitió que la PCR no era un instrumento preciso para la identificación de ningún virus. Y sin embargo, el laboratorio utiliza la PCR diariamente para confirmar virus. El Sr. Parry desconocía también totalmente que Kary Mullis, inventor de la P.C.R., había emitido una declaración oficial indicando su preocupación porque su invento fuera utilizado en laboratorios de todo el mundo para llegar a conclusiones médicas y científicas para el cuál no estaba cualificado, particularmente en la detección del VIH. Los Laboratorios Colindale utilizan también diariamente la P.C.R. para "determinar" la presencia del VIH en muestras de sangre.

 

Nicholas Regush trabajó regularmente como productor televisivo junto con Peter Jennings para World News Tonight (Noticias mundiales de esta noche). Era el responsable de producir los temas sobre noticias de salud. Regush cree que los nuevos editores son absolutamente responsables de promocionar la idea de que el S.A.R.S. es una enfermedad producida por un virus. Dice que "virus" es una etiqueta sencilla con la que pueden conectar los cerebros sencillos. Su informe completo es muy interesante de leer. A continuación incluimos un resumen :
 

"Los medios informativos no solamente están atontados con lo que se refiere al S.A.R.S., sino que muchos periodistas "del tema" están sordos como campanas, ciegos, o tan sólo científicamente "puestos a prueba". ¿Por qué los artículos y noticias de los medios informativos mencionan repetidamente el "virus del S.A.R.S.", cuando a nivel científico se está muy lejos de saber lo que es el S.A.R.S.? Y no les importa la causa. Cuando un laboratorio nacional canadiense revela que un pequeño porcentaje de personas que, aparentemente, tienen el S.A.R.S. no muestran signos del "nuevo" coronavirus, o muestran muy poca presencia de ello, ¿no es un TOQUE de atención? Después de todo, el toque de atención lo dieron los científicos después de que muchas personas etiquetadas como "víctimas de S.A.R.S." en Toronto dieran negativo en una prueba sobre el"nuevo" coronavirus. ¿Quién sabe de qué murieron la gente de Toronto? ¿De coronavirus?... ¿De verdad?...

 

Y, lo más divertido fue cuando dos equipos científicos salieron con que tenían la secuencia genética (se supone que todo el material genético) del "virus del S.A.R.S." ¿LO QUÉ?... ¿Qué significa que tienen la secuencia de algo que puede que ni siquiera sea el agente principal de lo que se ha dado en llamar LA MÁS GRANDE EPIDEMIA ASESINA? El problema es que algunos científicos son unos BOCAZAS. Les gusta salir en la tele y explicarle al público sus maravillosos descubrimientos. A menudo no son cuestionados porque los "entrevistadores" no tienen ni idea de qué preguntar, o temen disgustar al cartel del Virus. De verdad, estoy impresionado, es cierto, de que un equipo canadiense en la Columbia Británica haya secuenciado el "Virus del S.A.R.S." en tan solo dos semanas. Pero hasta que alguien me explique con detalle qué es lo que realmente significa en ganancia neta esta secuenciación, me abstendré de referirme al material genético del "Virus del S.A.R.S." De hecho, desafío a cualquiera del campo científico a discutir públicamente las bases de la evidencia disponible de que la causa del S.A.R.S. ha sido debidamente identificada".

 

¡Oye! ¡Oye!... Pero todo esto no son más que matices "insignificantes" para nuestros proveedores de información sobre salud. Por lo que se refiere al S.A.R.S., ninguna de estas realidades terribles y cotidianas no provocará ningún cambio en las estadísticas oficiales de "muerte por S.A.R.S.". Periodísticamente hablando, el cuento del S.A.R.S. ha sido una memez desde su mismo inicio. Y desde una perspectiva médica, nos encontramos las mismas banalidades hipocondríacas a cada paso.

 

PODERES COGNITIVOS PROFUNDAMENTE CAMBIADOS

Toda esta campaña del S.A.R.S. ha estado repleta de expertos médicos "cualificados", dispuestos a comentar la "aterradora" expansión del S.A.R.S., y la "alarmante" escasez de vacunas y antibióticos. Para los productores de tan funestos y pesimistas informes sobre las noticias del virus, conseguir opinión cualificada que apoye la "amenaza de una enfermedad mortal" nunca es difícil. Tristemente, sin embargo, el factor unificador en casi todos estos informes es el alto nivel de inconsistencia intelectual. En los siete o más años de formación que conlleva el convertirse en médicamente cualificado, incluso las mentes más agudas pueden deformarse. ¡Que es una crítica muy dura!... No según el Dr. Michael Greger. Su libro, titulado Heart Failure (Fallo de corazón) es el relato de su propia experiencia en la universidad de medicina, y contiene pasajes de varios doctores que describen las presiones que sufren para adaptarse a las expectativas de seguir la línea del partido. La portada interior contiene la siguiente cita:

“Aparte de la universidad de medicina, probablemente no exista ninguna otra experiencia que dure cuatro años (a menos que se cuenten cuatro años de servicio militar en tiempo de guerra) que pueda cambiar tanto el contenido cognitivo de una mente, y la naturaleza de las relaciones de una persona con los demás.[6] (Recomiendo a los lectores que visiten el link al libro on-line del Dr. Greger, que encontrarán al final de este artículo).

 

En mitad de cualquier denominada "epidemia infecciosa", muchas de tales mentes médicas están disponibles para ser entrevistadas, exponiendo sus creencias cargadas de funestos presagios, con la mayor sinceridad. El Dr. Patrick Dixon es una de tales voces. Conocido por sus seminarios sobre "tendencias globales", el Dr. Dixon presiona para obtener controles estrictos que ayuden a "contener la amenaza" del S.A.R.S., y cree que esta última "epidemia" tiene el potencial de convertirse en una amenaza real a la salud mundial. Si se le permite extenderse más, advierte el Dr. Dixon, el S.A.R.S. puede convertirse en un incendio incontrolado imposible de extinguir.[7] Entrevistado el 24 de abril del 2003, para las Noticias del Desayuno de la BBC, el Dr. Dixon manifestó que el gobierno británico debería estar debidamente preparado para enfrentar una inevitable epidemia. Su página web "La verdad sobre el S.A.R.S."(Truth About SARS) contiene la siguiente "perla": “Nos encontramos en una carrera contra reloj, que conducirá potencialmente a muchas decenas de millones de muertes en los próximos dos años.” [8]

 

ERROR MÉDICO  CON UNAS GOTAS DE FANTASÍA HOLLYWOODIENSE.- TÓMENSE 3 POR DÍA

¿Pero no habíamos visto ya todo ésto con las "historias para no dormir" del S.I.D.A.? ¿No estaban nuestros televisores llenos de la imaginería catastrofista de Hollywood? La receta habitual es: miedo injustificado más una generosa dosis de error médico. Y el Dr. Dixon también estaba en la vanguardia de aquellas estadísticas de pesimismo y muerte sobre el S.I.D.A. Su libro The Truth About AIDS (La verdad sobre el S.I.D.A.) nos advertía de una pandemia de proporciones masivas en el horizonte. El capítulo de introducción, titulado La extensión de la pesadilla, especulaba con que el Reino Unido podía estar en puertas de 18.000 muertes anuales por S.I.D.A. [9]  El mismo libro advertía contra el beso de tornillo, y sugería la píldora e incluso la esterilización para aquellas mujeres que hubieran dado positivo al VIH. Tras llamar al Dr. Dixon sobre este tema, señalé los peligros fisiológicos de la píldora contraceptiva, y también le pedí que comentase sobre las evidencias médicas que le hubieran enviado a él y a cada uno a nivel directivo dentro de su organización, realzando el hecho de que la prueba del VIH puede dar falsos positivos al menos en 60 condiciones diferentes, sin relación con ningún virus. Dado el potencial de tal alto nivel de "falsos positivos" de la prueba del VIH, ¿debería realmente estar sugiriendo este test, por no decir su sugerencia de que tales mujeres pudieran considerar una esterilización irreversible?[10] El Dr. Dixon, acusándome de ser un mente plana y preguntándome también si creía en extraterrestres, descartó estos temas y hasta el momento ha rechazado buscar otras vías para resolver profesionalmente tan cruciales problemas. Además, el mismo escalofriante consejo de esterilización está incluido en la versión actualizada de su libro The Truth about AIDS, almacenado en formato electrónico en su página web. Quizás, si un número suficiente de personas le escribiera, se dignase por lo menos suprimir el consejo sobre la esterilización.

En lo que se refiere a cualquier plan nacional sobre S.A.R.S., deberíamos realmente preguntarnos a nosotros mismos qué tipo de políticas de control social podrían emerger, si la elaboración de tales planes corriera a cargo de mentes como ésa. Existen un buen número de personas bienintencionadas, involucradas en los equipos de cuidado de S.I.D.A. del Dr. Dixon. Porque seguir un camino incorrecto, con la mayor compasión, puede ocurrir en cualquiera de las áreas de la vida, especialmente en medicina. El Dr. Dixon ha declarado públicamente que el S.A.R.S. podría resultar más mortífero que el S.I.D.A.[11] Su página web Global Trend/Global Change recibió 5,5 millones de visitas en el período de los últimos doce meses.

 

Una tendencia global que no puede ser discutida es el auge del error médico y científico. Tan solo escriba estas palabras en cualquier buscador y se quedará traspuesto y asustado de la cantidad de respetable y "altamente cualificada" medicina convencional que recientemente se ha estrellado por los suelos. Nuestros doctores, con curriculum académico-médico de siete años, tienen ciertamente mucho de lo que contestar. La evidente bendición que comportan muchos tratamientos A&E, la cirugía de transplante de órganos y otras intervenciones convencionales, destinadas a mejorar la vida, quedan desgraciadamente oscurecidas por el alto número de medicaciones tóxicas y procedimientos médicos defectuosos, que acortan diariamente las vidas de miles de inconscientes pacientes. Basta sólo mirar, como ejemplo, el daño que causan los medicamentos contra el cáncer

 

OPERACIÓN: ESTERILIZAR BEIJING

Volviendo al S.A.R.S., el 23 de abril del 2003 las Noticias de las Cinco de la Tarde contenían una entrevista con un doctor que se había restablecido de la llamada "nueva enfermedad" del S.A.R.S. Luchando a través de la entrevista por hacer que su enfermedad sonase dramática, el doctor admitió realmente que el S.A.R.S. no es la enfermedad fatal que se está dando a entender. Impávido ante la relativa monotonía de su entrevistador, o la admisión por parte del doctor de que el S.A.R.S. no era mortal,

Eddie Mayer, el nuevo presentador, resumió los titulares mundiales cinco minutos después, describiendo todavía al S.A.R.S. como un "virus mortal". Mientras miraba la "Operación Esterilizar Beijing", con equipos trabajando las 24 horas del día para desinfectar ascensores y aceras etc., me acordaba del año 2001 en el Reino Unido, y la "Operación Esterilizar el Campo". Un intento igualmente necio de impactarnos y acongojarnos con la creencia de que la fiebre aftosa es "altamente infecciosa", y de que podía ser detenida si caminábamos a través de los innumerables canalones desinfectados para pies que apresuradamente habían diseminado por la campiña. Este ritual apenas sirvió para reforzar la mentira en la mente del público, de que estábamos viéndonoslas con un virus depravado que se iba de juerga. Que nos creímos este cuento de hadas fue confirmado por nuestra incuestionada participación en el ritual del "lavado de botas". Para obtener un relato más objetivo de la tan-poco-infecciosa enfermedad conocida como fiebre aftosa, y del intento político tras los recientes sacrificios masivos, por favor, clica aquí..

 

¿PARANOIA CONSPIRADORA? HUMMM...
Para algunos lectores, las acusaciones que vertemos aquí pueden sonarles a campo izquierdoso, o incluso a canguelis conspiracional. Sin embargo, como investigador de las fechorías corporativas, he dejado de tomarme las objeciones como cosa personal.

Para quién quiera buscar, la abundante evidencia demuestra que nuestro mundo está gobernado por hombres cuyas consciencias han quedado insensibilizadas, y que incluso nuestras más respetadas publicaciones de prensa nacional están pringadas hasta el cuello. Apodada "la prensa del negocio" por el crítico de medios informativos Noam Chomsky, los más importantes grupos mediáticos suben y bajan al compás del compromiso y los intereses personales. No hablan para el hombre de la calle. Los socios del "gran negocio que todo lo controla" les han rebanado sus agallas. Se nos enseña qué pensar sobre los temas más importantes que enfrenta la sociedad. Nunca se nos enseña cómo pensar sobre ellos.

 

Recientemente fui entrevistado por radio BBC sobre la "crisis" del S.A.R.S. Tenía como contrincante a un profesor de bacteriología. Era obvio que nunca había sido puesto a prueba sobre su trabajo por alguien que pudiera criticar sus teoría de forma coherente. Durante la entrevista, debe haber repetido la frase "Tenemos un nuevo virus" por lo menos seis o siete veces. Pero una vez que el súper importante fondo de la teoría del virus hubo sido definido y contextualizado para los oyentes por este subalterno "opositor", el nuevo virus no sonaba ni la mitad de impresionante. Tal como Regush había comentado anteriormente : "A menudo no se sienten cuestionados porque los entrevistadores no tienen ni idea de qué preguntar, o temen disgustar al cartel del virus". Y yo era un simple don nadie. Pero realmente, rasgar el velo no es tan difícil. Sólo necesitamos empezar a pensar un poco más.

 

Quizás, la inconsistencia más flagrante en la información de las mentiras sobre el S.A.R.S. se vea entre aquellos periodistas de televisión que transmiten desde los supuestos "epicentros del S.A.R.S.". Si todo es tan infeccioso, ¿por qué en ningún momento se les ve usando mascarillas "salvadoras"? Sobre esto, contacté con el Departamento de Planes Mundial de la BBC, donde el supervisor que coordinaba a la BBC Beijing me concedió que existía una cierta inconsistencia en los informadores sin mascarillas, anunciando la extensión de la altamente contagiosa enfermedad a millones por todo el mundo. Dijo que enviaría un email a Beijing, me aseguró, para saber por qué sucedía, pero que no debía ofenderme si no me contestaba : "Después de todo, estamos tratando con una historia de grandes dimensiones que consume mucho tiempo".

 

En lo que se refiere al S.A.R.S., esta última histeria le será muy útil a la infraestructura farmacéutica del sudeste asiático durante los próximos meses. El incremento de negocio será considerable, en la batalla para apaciguar a las masas que reclaman actualmente la colección completa de parafernalia anti-S.A.R.S. "urgentemente necesitada". Las noticias de los expertos de que estamos frente a un "virus mutado" pueden sólo aumentar el margen de beneficio potencial. La pregunta es si nosotros, en el Reino Unido, podemos resistirnos al impulso del pánico. El Sunday Times británico del 27 de abril del 2003 publicada un artículo sobre el S.A.R.S., del columnista Richard Leakey, quién solemnemente decía :“… la gente en Gran Bretaña está aterrorizada por el virus del S.A.R.S. ” Hable en su nombre, Sr. Leakey. No me incluya en sus estadísticas de ratón de campo. Por mi parte, si el Emperador S.A.R.S. está planeando efectuar una visita a estas costas, no me encontrará entre la pandilla de los Leakey, apretujándome contra la barrera, y aplaudiendo al ilustre pasajero. Ya he visto a este viejo emperador antes. Y desde mi posición, lo que distingo es al marchito, encogido y con el culo al aire,fantasma farmacéutico. La cuestión es ¿ romperá filas alguno de nuestros respetados periodistas de gran tirada, y admitirá lo mismo? No me sorprende no haber recibido respuesta alguna a mi solicitud de información a la BBC, sobre los reporteros sin mascarilla.

 

AL TRULLO CON LOS IRRESPONSABLES 

Lo que resulta todavía más preocupante es que parece que el S.A.R.S. abre camino para la introducción de una legislación potencialmente siniestra. La imposición de cuarentenas, y la restricción de movimiento, están siendo aplicados a la población con relativa facilidad. En Canadá, por ejemplo, al cabo de pocos días del supuesto brote, más de un millar de trabajadores sanitarios habían sido designados para permanecer en cuarentena en sus casas, a causa del S.A.R.S. Lo contrario les hubiera llevado a afrontar arresto legal y cárcel, según el consejo de la Organización Mundial de la Salud. Los funcionarios canadienses han estado cerrando hospitales, restaurantes, escuelas y lugares de trabajo, con tan sólo dos muertes censadas al principio, tras el virulento ataque de los medios de información. Esos mismos medios han fustigado con éxito a la población, convirtiéndola en una temblorosa y enmascarillada masa-rebaño.

El 23 de abril del 2003, la BBC informaba de que la policía en Australia había sido investida con nuevos poderes, que le permitían agrupar y poner en cuarentena a las víctimas sospechosas de tener S.A.R.S. El primer ministro de Singapur ha jurado encarcelas a las personas "irresponsables" que violen las leyes de cuarentena. Y, a pesar de no haber registrado casos de S.A.R.S., Japón anunció planes para instalar una cámara de representación térmica en el aeropuerto internacional de Tokio, para pasar por la criba a los pasajeros.[12] ¿Qué está sucediendo realmente? ¿Estamos siendo testigos de algún tipo de experimento social de masas? Mientras estoy escribiendo, el último boletín de radio del Reino Unido comenta que el Secretario de Sanidad británico está recibiendo presiones para aplicar poderes extraordinarios, que nos protejan del brote de S.A.R.S.
 

Por lo que a mí respecta, los expertos pueden tomar toda su experiencia y sus medicamentos y tirarlos en mitad del profundo y azul océano. Quizá sea malo para los peces, pero aquí en tierra firme, nosotros vamos a notar los beneficios inmediatamente. Y por lo que se refiere al S.A.R.S., por favor, recuerden que la desinformación es aquí la mayor amenaza con la que nos enfrentamos. En lo que se refiere a la gripe y a la neumonía en general, refuercen su sistema inmunitario con buena nutrición y ejercicio. Busquen información sobre todos estos "asuntos complicadísimos", y eviten totalmente las vacunas contra la gripe y los "medicamentos" contra la neumonía.

¡Atchís! ¡Ejem!... ¡Oh no! ¡Una tos con picor en el fondo de mi garganta! ¿Podría estar infectado? ¿Van a cerrarme el M25? Los equipos de noticias que me entrevisten espero que, por lo menos, estén usando mascarillas.

 

 


[1a] Ray Moynihan, Iona Heath, David Henry, Vendiendo enfermedad. - Selling Sickness: the pharmaceutical industry and disease-mongering, British Medical Journal online, BMJ,13th  April  2002

[6] Greger, Dr Michael, Heart Failure, 1999, online books at

[10] -Los condones no son seguros en la prevención del VIH- Condoms are unsafe for HIV prevention: http://www.globalchange.com/ttaa/ttaa%206.htm

[11] -SE ESPERA UNA BILLÓN DE INFECTADOS POR SARS EN LAS PRÓXIMAS 60 SEMANAS- ONE BILLION TO BE INFECTED WITH SARS WITHIN 60 WEEKS, Daily Record, Wednesday 23rd April 2003 at

[12] -La amenaza del S.A.R.S. cierra escuelas- "SARS threat closes schools", BBC News, 23rd April 2003

 

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